Para
mí la época del año en qué echo en falta a todos mis seres queridos que no
están, en particular a mi padre, no es un sentimiento dramático sino un
sentimiento de desamparo. Es curioso
como a medida que estas fechas han evolucionado a un periodo consumista sin
desenfreno, en mi misma ha sido todo lo contrario, me parece indecente que
gastemos sin pensar.
Para
mí “La Navidad” es encontrarte con amigos que no ves hace mucho tiempo,
recordar conocidos que te envían felicitaciones que te alegran la vida, no es
una tontería, cada felicitación de wasap, Facebook o mensaje te alegra.
Reunión
familiar. En mi caso lo he pasado muy mal año tras año con los conflictos que
afloran cada vez que personas que no nos vemos a menudo nos sentamos a una
mesa.
Eso se
acabó hace algunos años. No me gusta la gente que quiere siempre ser protagonista
en cualquier ocasión y a cualquier precio.
Yo
no quiero más “metemierdas” en mis reuniones familiares o de amigos ni tampoco
en mí vida. Siempre hay algún personaje
que quiere protagonizar los encuentros, es gente que le gusta discutir,
disfruta viendo cómo se confrontan los demás, siempre tienen aquella palabra o
tema que hace dinamitar la reunión.
No
es tarea fácil tomar esta decisión sobre todo cuando se trata de algún
familiar, pero te aseguro que cuando lo logras todo es diferente. Tampoco
puedes bajar la guardia, ni te puedes confiar, todo lleva su tiempo.
Yo
ya no los quiero. ¿Y tú?